Acariciar a tu perro

Dónde acariciar a tu perro

Una forma ideal de entablar una buena relación con los canes es acariciarlos. Sin embargo, no es válido tocarlos de cualquier forma ni en cualquier zona de su cuerpo.

Los perros prefieren ser tocados en determinadas áreas de su cuerpo y con un mimo especial

Cuando nos disponemos a acariciar a un perro que ya conocemos, estos pasos previos nos los podremos evitar. No obstante, las precauciones que mostramos a continuación nos serán muy útiles en perros en los que somos unos completos desconocidos:


Antes de acariciar a cualquier perro, lo primero que debemos valorar es la agresividad que el can nos demuestra a través de su comportamiento. No es complejo percatarse de que una mascota no quiere ser acariciado.

Los ladridos, los gruñidos, la tensión en su cuerpo o la posición intimidatoria son claras evidencias de que un perro no debe ser tocado. Si esta conducta antipática del can es algo extraño para el dueño, es probable que dicho animal posea una lesión -hemorragias, fracturas, esguinces, heridas, etc.- en una determinada parte de su cuerpo.

  • Antes de acariciar a un perro, es muy recomendable no llevar a cabo gestos que puedan suponer una amenaza para el can. 

  • Otra escena de intimidación puede ser trasladar tu mano directamente a su cabeza, ya que los canes consideran que les vas a golpear al realizar ese gesto. 
  • Por último, otra posible señal amenazante es la de mirar a los ojos al perro.

Fuente: De perro a perro

Ponte a su altura y asegúrate de que quiere que le acaricies

En ocasiones, sobre todos en cachorros,  los perros nos contemplan demasiado grandes. Se atemorizan y huyen de nosotros. Por ese motivo, una opción bastante efectiva es la de ponerse a la altura del can sentándonos en el suelo o poniéndonos de rodillas –siempre y cuando no contemplemos señas de agresividad-.

De esta forma, el perro nos contemplará a su altura y perderá parte del posible temor inicial. El resto de confianza corre de nuestra cuenta, ¡tendremos que ganárnosla pcoo a poco!

Muchas veces damos por sentado que el can quiere ser acariciado. Aunque nos cueste aceptarlo, en ocasiones los perros no quieren saber nada de nosotros. Si ponemos un poco de interés en la conducta del mismo, detectaremos su negativa a ser tocado.

Entre otras cosas, un can que no quiere ser acariciado intenta no mirarte de frente, se da la vuelta delante de ti, se lame el hocico y bosteza con frecuencia. Además, si lo acaricias, este no reacciona de ninguna forma y no vuelve a pedir más “mimos”.



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